A punto de terminar la preparatoria, Perry tiene poco de qué preocuparse por su futuro: fue aceptado por las mejores universidades y le espera un buen trabajo en la firma legal de su padre. Sólo resta disfrutar lo que resta del año escolar, y eso incluye la visita de intercambio de una chica europea. Pero cuando la estudiante extranjera llega a casa de Perry, es todo menos una modelo de ojos claros. Bajita, rechoncha y desaliñada Gobija Zaksauskas es más una carga que una aventura… hasta el día de graduación, en el que, como una Cenicienta malévola, Gobija se transforma en una joven belleza... asesina.

Gracias a Editorial Océano por el ejemplar.

Datos

Opinión

Hay libros que son una absoluta sorpresa para mal, te dan ganas de arrancarte los pelos y gritar a cuatro vientos preguntándote por qué decidiste leerlo. Y otros, para bien, te sorprenden y te dejan boquiabierta, patidifuso y todos los sinónimos existentes. Adiós, mi loca europea entra en la segunda categoría. 

Para ser sincera con todos ustedes, al principio esta historia no me llamaba para nada. Había algo que me atraía pero no del todo. El título me generaba rechazo, la portada me gustaba pero no lo suficiente y sin embargo, fue la sinopsis la que me enganchó. Mordí el anzuelo. 

Los que me conocen saben que suelo usar muchos dichos y refranes… Por eso, cuando pienso en esta historia, se me viene a la cabeza el tan famoso “lo bueno viene en frasco chico”. No se dejen engañar por la cantidad de páginas. No crean que por ser tan breve es una porquería. No señores. 

En esta novela, el autor nos presenta la historia de Perry, un joven sin más preocupaciones que las típicas de un adolescente al borde de la graduación. Todo va de maravillas, incluso cuando llega a su casa de intercambio una estudiante de Lituania pero las cosas comenzarán a escaparse de sus manos cuando su madre le comenta que tendrá que ir al baile de graduación junto a Gobi. Sin embargo, todos los problemas que Perry creía tener no llegan a ser ni el uno por ciento de los que realmente tendrá luego. 

La narración en primera persona está a cargo de Perry. Con una estructura original, los capítulos están antecedidos por preguntas o consignas que funcionan como disparador en los ensayos que se deben escribir para postular a determinadas universidades en Estados Unidos. Es magistral la manera en que los capítulos responden a ellas y cómo sirven para darle al lector una pauta de lo que puede suceder a continuación. 

La trama es un complejo tejido de información, datos sueltos y dudas constantes que no serán resultas hasta el final. Estoy fascinada con la forma en que todo cobra sentido con el transcurrir de las páginas. Desde las actitudes de los personajes a la historia de cada uno de ellos, todo está perfectamente conectado. 

La pluma del autor es genial. Logró un punto medio entre el lenguaje común y cotidiano y lo literario, sin recaer ni en la vulgaridad ni en lo complejo de lo literario, lo suficiente para un adolescente con buen promedio que se ve envuelto en una serie de eventos inesperados. 

Con respecto a los personajes, no puedo decir mucho sin dejar escapar un spoiler, por eso seré concisa.

Perry es el típico chico atado a los ideales y convicciones de su padre, aunque sea inconscientemente. Sólo sabe que seguirá la misma carrera que él y cree que eso está bien, que realmente es lo que quiere. Por otro lado, su padre me resultó exasperante. Durante muy pocos momentos logré congeniar con él pero durante casi el noventa por ciento de sus apariciones, estaba rogando que desapareciera rápido. Su sola presencia me irritaba. 

Gobija es un personaje fascinante. La transformación que se presencia es tan imponente a pesar de darse en tan pocas páginas. Es el tipo de personaje femenino que me enloquece. Con convicciones firmes, sangre fría y con las ideas claras, de esas a las que no les tiembla el pulso y fuertes. Sobre todo fuertes, demostrando que no existe el sexo débil. La amé. Al principio me chocaban un poco sus acciones pero luego, al comprenderlas y saber la historia detrás de ellas, me sentí más cercana a ella y terminé amándola. 

Con respecto al final… Menos mal que me enteré que tiene continuación, sino hubiera maldecido en todos los idiomas habidos y por haber. Es tan abierto que ni siquiera me dan ganas de poner a trabajar a mi imaginación. 

Recomendado para todos aquellos que quieren acción fresca y con tintes juveniles. Una vez que comiencen a leerlo, les aseguro que no podrán parar. 

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